Trabajo realizado en el Museo de la Ciudad de Antequera, Málaga. Se trata de una recreación histórica a partir de planos e investigaciones que se extendieron durante más de 20 años. Trabajando codo con codo con el arqueólogo municipal y después de seis meses de trabajo duro, conseguimos materializar un ambicioso proyecto. Es de tener en cuenta que hasta el más mínimo detalle de la ciudad está cuidad, desde la orientación de la ciudad con respecto a la geografía, hasta la salida y puesta del sol en concordancia con la direccion de las sombras. Los accidentes del terreno responden de manera fidedigna a la realidad de aquel entonces, así como la flora que podemos observar en primeros términos.
Cabe destacar que la perspectiva de la ciudad, así como la propia geografía, fueron abatidas a consciencia para poder mostrar la parte trasera de la muralla de la ciudad, así como la puerta de la estrella, (Nº17), por donde se invadió la ciudad en su momento.
De fondo podemos ver la "Peña de los Enamorados". Una montaña que recibió una adoración mística por las tribus neolíticas que poblaron los alrededores de Antequera. El dolmen de Menga (una maravilla), está orientado directamente a este gigantesco rostro pétreo. Algunos lo llaman "la gigante durmiente".
En los mercados, situados normalmente en una posición central, se concentraban comerciantes de especias, pieles, comestibles etc. Su forma de exposición consistía en unas tinajas de barro de diversos tamaños, enterradas a la mitad para mantener la humedad y el frío.
Las mezquitas siempre han formado una parte fundamental del paisaje árabe. En la época Nazarí, no era menos. Con algunas piletas para lavarse en la entrada y un alminar, Antequera contaba con dos mezquitas. Una mayor para el pueblo llano, y otra más pequeña para el barrio de funcionarios. Ninguna de las dos se conservan, por lo que se han utilizado el plano de sus cimientos e inspiración a partir de otras mezquitas nazaríes de la zona, para reconstruirlas. El mismo procedimiento se ha llevado a cabo para la configuración urbanistica y los caminos principales.
Aunque había varias zonas de mercado, el comercio se daba en muchas zonas diferentes de la ciudad. Era lógico pensar en un pequeño mercado en un cruce de caminos.
Se construyó un conducto de piedra para desviar agua a los baños árabes y a la ciudad.
La flora silvestre del lugar pretende representar la primavera, estación en la que se dio el asedio a la ciudad.
Para el día mundial del turismo, se reservó un espacio en el museo como inauguración pública del proyecto. Pueden ver los detalles del mismo aquí.
